Habrá que desenvainar las espadas del texto, y escribir una canción aunque no haya algún pretexto, y dedicársela al primero que pase caminando, al que se quedó pensando, al que no quiere pensar. Al olvido selectivo, a la memoria perdida, a los de los pedazos de vida que no vamos a perder, jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario